lunes, 31 de diciembre de 2012

¿Es ético experimentar con animales?

Bien, esta pregunta esta algo desencaminada respecto a mis últimas entradas, pero ya llevaba un tiempo queriendo hablar sobre el tema ya que es un tema de discusión muy actual.

Para empezar, debéis saber que existen dos posturas antagónicas respecto a este tema, los que sostienen que es una aberración experimentar con animales y la de aquellos que piensan que los animales están al servicio del ser humano.
Sin embargo, entre las posturas mencionadas anteriormente, si se hiciese una encuesta, la mayoría responderían que depende del tipo de experimento, de modo que como toda cuestión que se plantea, las cosas no son ni blancas ni negras, sino grises.

Ahora bien, la gente que dice que depende del tipo de experimento ¿En qué se basa? ¿ Conoce cómo son realmente las cosas o quizás solamente pretenda ser neutral? Bien, para responder esta pregunta os empezaré contando como ven este problema algunos científicos y por último daré mi opinión personal.

Bien, Kepa Tamames señala que los derechos de los animales son equiparables a los del ser humano y cree que no es tan útil como pinta la experimentación ya que cada enfermedad que tiene un ser humano se basa en factores individuales y por lo tanto no se puede comparar a un mono que se le ha inoculado cáncer de pulmón con el tumor que desarrolla un fumador después de 30 años de hábito. Jesús Mosterín, en la misma línea que Tamames, afirma que las diferencias genéticas entre cualquier animal y el ser humano son más pequeñas de lo que se esperaban, y aunque es obvio que hay diferencias, no podemos hacer unas diferencias tajantes entre el ser humano y el resto de animales. El presidente de ATEA, también con una postura animalista dice que los animales son entes biológicos que sufren y que el ser humano puede evitar su sufrimiento pero no lo hace, a pesar de ser seres éticos capaces de hacer juicios de valor o discernir entre lo que esta bien y lo que esta mal.

Sin embargo, hay científicos como Félix Goñi que sostiene "vale más la vida de cualquier ser humano que la de cualquier animal" y que la experimentación ha sido enormemente útil a lo largo de la historia de la medicina ya que aunque no todos los experimentos son extrapolables al ser humano, de todos se extraen conclusiones positivas. Ante científicos con posturas similares a la de Goñi, Tamames afirma que la experimentación con animales vivos continúa por dos razones: por que es un negocio que mueve miles de millones y el especismo, es decir, creer que el ser humano es superior al resto de los animales y que tiene pleno derecho sobre ellos. Y aquí es cuando cabe señalar una afirmación de Mosterín que me gustó especialmente ya que se plantea si el ser humano es superior al resto de animales, y responde ingeniosamente a esta cuestión diciendo "en tierra firme, yo soy superior a un pez que vive a 4.000 metros de profundidad, pero en su hábitat no".

Con todo ello creo que ya podéis entender fácilmente donde esta el problema para resolver esta pregunta y llegar a vuestras propias conclusiones, yo personalmente creo que si es algo útil, aunque con ello persigan más intereses económicos que médicos ya que si es verdad que llegan a realizar experimentos con éxito que llegan a salvar muchas vidas, y aunque los animales sufran (cosa que preferiría que no pasara si hubiese otra alternativa), creo que no nos paramos a pensar en la cantidad de animales que se matan para venderlos al consumo, y lo que han sufrido la mayoría, ya que han sido criados en grandes granjas con muchos otros y en jaulas que la mayoría de las veces no se pueden ni mover dentro, y sin embargo, cuando nos los comemos no nos paramos a pensar lo que han sufrido esos animales. Eso si, creo que también deberían investigar acerca de una forma de experimentación alternativa que no fuese tan peligrosa para los animales.

Por último, claro esta que los seres humanos y los animales no somos iguales, pero ambos somo entes biológicos que sufrimos y creo que es una barbaridad que algunos científicos no se den cuenta del daño que les hacen.




domingo, 25 de noviembre de 2012

¿Qué ocurrió con las obras perdidas de Aristóteles?

Bien, creo interesante hablar de las obras de Aristóteles, el cual sus obras se dividen en dos grupos:

-Las obras exotéricas, diálogos en su mayoría dirigidos al gran público.

-Las obras pedagógicas o esotéricas, que eran resúmenes de las lecciones dadas en el Liceo ( la escuela fundada por Aristóteles en Atenas).

De las obras exotéricas sólo se han conservado algunos fragmentos, mientras que de las esotéricas casi todo, de modo que cabe preguntarse  qué ha ocurrido con esas obras.
¿Por qué se han perdido?.

Bien, tras una larga investigación por la red he descubierto porque tantas obras de Aristóteles se perdieron, el siguiente fragmento es de un texto escrito por Patricio de Azcárate, el cual me ha parecido bastante interesante y completo y del cual aportare mi conclusión personal al final y mis opiniones. He subrayado y puesto en negrita aquellas partes que me parecen más interesantes para comprender este misterio de la pérdida de las obras de Aristóteles.

"Con respecto a la suerte que desde su origen corrieron las obras de Aristóteles, se dice, que en un principio fueron legadas a Teofrasto, discípulo y sucesor de Aristóteles; que después este las legó a Neleo, quien las llevó a Escepsis y las dejó a sus herederos, gentes ignorantes; pero que temerosos estos de que quisiera hacerlas suyas el rey de Pérgamo, hombre apasionado por la ciencia, las escondieron bajo de tierra dejándolas expuestas a la humedad y a la podredumbre, hasta que pasado mucho tiempo las vendieron a Apelicon de Teos, hombre aficionado a los libros. Dícese también que, aunque poco conocedor éste de la filosofía, restauró los pasajes que en los manuscritos habían sufrido alteración; que la colección formada por este cayó, cuando el saqueo de Atenas por los romanos, en poder de L. Silla, quien por primera vez las llevó a Roma, encomendándolas al gramático Tirannion; y en fin, que el peripatético Andrónico de Rodas consiguió de Tirannion que le proporcionara copias, con cuyo medio puso en orden las obras de Aristóteles. Esta relación que, a ser cierta, supone un completo desorden en las obras que han llegado hasta nosotros, es muy sospechosa, sin que pueda tener otro origen que el juicio del mismo Andrónico, el cual para dar valor a sus trabajos quiso rebajar exageradamente los de sus predecesores; sin que pueda creerse, que haya sido este el único conducto por donde han llegado a nosotros las obras del filósofo, según creen algunos comentadores. Si conocemos o no en la actualidad todas las obras que escribió Aristóteles es un hecho oscuro, e independientemente de algunas que a ciencia cierta faltan hay incertidumbre respecto del conjunto de ellas; a cuyo propósito nuestro Luis Vives dice, que Cicerón en su obra De natura Deorum prueba con citas de Aristóteles la Providencia de Dios por la grandeza, hermosura y orden del universo, y que este argumento no se encuentra en ninguna de las obras que conocemos; que el mismo Ciceron tuvo en sus manos un tratado de este filósofo con el mismo título que el suyo De natura Deorum; que Servio, el gramático, cita a Aristóteles para probar, que algunos seres divinos están sujetos a la muerte, idea que tampoco se encuentra en sus obras conocidas; que Isidoro, mucho más antiguo que el Hispalense, y Clemente en sus Misceláneas (Stromatibus) dicen, que Aristóteles habla de los dioses locales que presiden a las ciudades y reinos, idea también desconocida; y finalmente que Diógenes Laercio hace subir a cuarenta los volúmenes del Estagirita, número incompatible con los que existen. De todas maneras, sin que pueda fijarse el número, la pérdida de una porción de ellas es incontestable.


Pero lo cierto es, que cuando verdaderamente se dieron a conocer las obras de Aristóteles fue al comienzo de la era cristiana, en que su Organum penetró en todas las escuelas griegas y latinas, pues como es extraño a todos los sistemas, todos le explicaban y comentaban. Preocupó grandemente el ánimo de los Santos Padres, y hasta se supone que San Agustín había escrito un compendio de las categorías, lo cual no está justificado. Además de los trabajos de muchos comentadores griegos, el estudio del Organum no cesó en Constantinopla y en la Europa occidental. Ya en el siglo VI tenemos una traducción del Organum hecha por Boecio. Cultivaron su estudio en el siglo VII Beda e Isidoro Hispalense, como la cultivó Alcuino en el siglo VIII en la corte de Carlo Magno, y el Organum dio lugar en el siglo XI a la famosa querella entre el nominalismo y el realismo. Ya por entonces comenzaron a ser objeto de estudio las demás obras de Aristóteles, y como se descubrieran en ellas ciertas tendencias heterodoxas, que fomentaban las herejías, todas, menos la lógica, fueron quemadas en la plaza pública de París en el año de 1210, de resultas de la visita de inspección que un legado del Papa hizo a aquella Universidad, donde se prohibió su estudio. Esta tentativa y las demás que se hicieron en este sentido fueron inútiles, porque haciéndose sentir cada vez más la necesidad de ensanchar la esfera de acción en que había estado encerrada la inteligencia humana por espacio de cuatro siglos, el desbordamiento fue tan irremediable como irresistible, y se vio a Alberto el Grande comentar las obras de Aristóteles, a Santo Tomás, el ángel de la escuela, explicar algunas de las partes más difíciles, siguiendo una infinidad de doctores su ejemplo, y hasta se tradujo a Aristóteles bajo la protección del papa Urbano V y del cardenal Besarion, proclamándole el padre de la ciencia y llegando a tributarle una sumisión tan ciega, que se proscribió toda doctrina que contrariara la de este filósofo, calificándola de herética; intolerancia que llegó hasta tal punto, que el Parlamento de París impuso en 1629 pena de la vida al que atacara el sistema de Aristóteles. Pero más aún; el protestantismo, bajo la dirección de Melanchthon, fue peripatético, como lo fue la Compañía de Jesús, que se valió de esta arma para combatir a los libres pensadores y sobre todo a los cartesianos. El renacimiento de las letras dio sus frutos y la reacción en el siglo XVIII fue terrible. La doctrina aristotélica cayó en el más profundo desprecio, y se vio relegada a los conventos y seminarios. Llovieron las sátiras y las invectivas contra el peripatetismo, y hubo complacencia en repetir lo que había dicho Bacon en el siglo anterior: que Aristóteles había degollado a sus hermanos, como hacen los príncipes otomanos, para erigirse en rey absoluto de la ciencia. El siglo XIX es más justo con Aristóteles; si no le mira como un oráculo, reconoce los grandes servicios que ha hecho a la ciencia; y consagrado al estudio de su sistema, declara sus excelencias, nota sus vacíos, y vive penetrado de que conocer a Aristóteles es, no sólo conocer la marcha del espíritu humano, sino también el estado actual de la ciencia. Estos trabajos y los juicios críticos a que ellos han dado lugar se deben en gran parte a Kant, Hegel, Cousin y especialmente a M. Bartelemy Saint-Hilaire, que ha dado a luz en lengua francesa todas las obras de Aristóteles, con una erudición y una penetración tan profundas, que causan verdadera admiración, y cuyos esmerados trabajos son los que principalmente hemos tenido a la vista al hacer esta publicación.

En cuanto a la autenticidad de las obras de Aristóteles que han llegado hasta nosotros se han suscitado muchas dudas, y ha sido materia en la que se ha ejercitado la inteligencia de muchos críticos. Es cierto que en un principio se publicaron muchos tratados diferentes sobre una sola y misma cuestión bajo el nombre de Aristóteles, y aún más cierto también que los peripatéticos Teofrasto, Eudemo y Fanias, émulos de su maestro, dejaron muchas obras con los mismos títulos que las de Aristóteles, unido todo lo cual a las complicaciones producidas por el transcurso de tantos siglos como han mediado, ha hecho surgir naturalmente la polémica suscitada sobre este punto. Sin embargo, hay dos razones de mucha fuerza, que nos autorizan para tener por auténticas las obras del Estagirita que conocemos. La serie de comentadores no interrumpida desde Aristóteles, y principalmente Andrónico de Rodas, Adrasto y Alejandro de Afrodisia , que sostiene la autenticidad, son una prueba irrecusable en favor de esta. Por otra parte, si se consultan las obras en sí mismas, y se ve en ellas identidad en el fondo y en la forma, en el pensamiento y en el estilo, no habiendo una que no esté relacionada con las demás por medio de las continuas citas y remisiones que hace Aristóteles de unas a otras, no puede quedar duda de la autenticidad de todas ellas. Quizá en una misma obra, según han llegado hasta nosotros, no aparezcan los tratados colocados en el orden que reclama la forma didáctica y el encadenamiento lógico de las ideas, como tendrán ocasión de observar nuestros lectores en el tratado de la Política; pero si las obras andaban en manos de copistas, los tratados corrían sueltos, la forma didáctica era casi desconocida, y estaba pendiente la colocación del juicio particular de cada uno, no es razón esta para combatir la autenticidad del conjunto, en el que aparecen por completo el pensamiento y el estilo de Aristóteles.

Una de las divisiones de las obras de Aristóteles que han venido admitiendo todos los comentadores, es la de obras esotéricas y exotéricas. Las primeras son las que destinaba a la enseñanza reservada a sus discípulos predilectos, y tenía por objeto el cultivo de la ciencia bajo una forma muy severa, y con aplicación a las cuestiones más encumbradas en el campo de la filosofía. La segunda, por lo contrario, se ocupaba de la indagación de cuestiones preliminares de un orden menos riguroso, que exigía menos erudición, pero que ponía en aptitud de alcanzar una regular ilustración. El fundamento que hay para creer que existían estas dos clases de enseñanza, estriba en las distintas citas que Aristóteles hace refiriéndose a sus obras exotéricas (3). ¿Cuál era la causa de este secreto que se supone en unas doctrinas y no en otras? ¿Era el temor a la publicidad? La filosofía en Grecia, se dice en el Diccionario filosófico, en tiempo de Aristóteles era demasiado independiente, demasiado libre para que tuviera necesidad de semejante disimulo. Suponer en los filósofos griegos de tiempo de Alejandro esta timidez, esta hipocresía filosófica, es interpretar mal algunos pasajes de los escritores antiguos. Sin embargo, a nosotros no nos parecen tan concluyentes estas razones, cuando tan reciente estaba el sacrificio de Sócrates, y cuando el mismo Aristóteles tenia sobre sí al tiempo de su muerte una acusación de impiedad que le obligó a huir temiendo que le alcanzara igual suerte que al primero.

Si todos los comentadores están acordes en reconocer estas dos clases de enseñanzas, no sucede lo mismo con respecto a señalar entre las obras que conocemos cuáles son exotéricas y cuáles esotéricas. Las reflexiones, que el historiador Ritter hace para probar que las obras que han llegado hasta nosotros tienen indudablemente el carácter de esotéricas o acroamáticas son concluyentes. Se observa, en efecto, que todas ellas muestran un tipo de elevación que alcanza las mayores alturas de la ciencia, formando además un todo, como lo prueba el enlace de todas ellas, el cual es tan manifiesto que se ve a Aristóteles relacionar los libros del alma y los estados diversos de la vida de la misma con sus indagaciones físicas; que en la Metafísica remite a sus lectores a las obras lógicas, y particularmente a las categorías y analíticos; que la Política y la Moral se apoyan mutuamente y hay en ellas continuas referencias a las obras lógicas; y hasta en su Poética y en su Retórica se alude muchas veces a los tratados de Moral y de Lógica. Esta conjetura tiene también en su apoyo el descuido que se nota en el estilo en todas las obras que conocemos de Aristóteles, como quien se propone dar a conocer la verdad, curándose muy poco de las formas; mientras que si todas o algunas tuvieran el carácter de exotéricas, o lo que es lo mismo, de lecciones públicas de preparación, más bien literarias que filosóficas, el buen decir y las bellas formas tendrían un interés preeminente. La existencia de las dos enseñanzas es indudable, pero también lo es que una parte de las obras de Aristóteles se ha perdido, y es cosa natural que tratándose de salvar algunas, fueran estas las principales del filósofo, las que más caracterizan su doctrina, y estas eran las esotéricas. Pues si bien por algunos fragmentos de sus obras exotéricas, que han llegado hasta nosotros, se conoce que la exposición era en ellas más rica y más elegante, porque lo requería la condición de estos tratados, nos serian, sin embargo, de escasa utilidad para el conocimiento de la filosofía de Aristóteles."
                       

 Bien, como podéis observar se trata de un texto de fácil lectura que nos explica muy bien las posibles causas de la desaparición de buena parte de las obras de Aristóteles, y porque se han conservado  las que conocemos en nuestros días.

Tal y como he ido subrayando durante la lectura de este texto, una de las causas de su misterio y desaparición es la posible manipulación de los textos por Andrónico de Rodas, el cual pretendía darle mayor importancia a sus textos desvirtuando los de sus predecesores. Por ello, saber si los textos de Aristóteles que han llegado hasta nuestros días los ha escrito el propio Aristóteles es un misterio.

También ha influido en su desaparición la religión cristiana, la cual analizo con lupa aquellos textos que tenían ciertas tendencias heterodoxas, los cuales fomentaban las herejías, y todas las obras menos las de lógica fueron quemadas en la plaza pública de París en el año 1210, perdiendo así buena parte de las obras aristotélicas.

Por otra parte, las obras que han llegado hasta nuestros días son en su gran mayoría esotéricas, que como comentaba al principio de este post, las obras esotéricas son resúmenes de las lecciones dadas en el  Liceo y por ello se presenta la duda de si realmente fueron escritas por Aristóteles o fueron sus discípulos los que las escribieron, los cuales también escribieron obras con los mismos títulos que Aristóteles.

Pero ante todas estas dudas y queriendo creer que las obras que se nos presentan actualmente como de Aristóteles son del, es lógico que en tantos años sólo se hayan conservado algunas obras, y que se haya tenido más cuidado con las obras más importantes de Aristóteles, teniendo en cuenta que los avances tecnológicos hasta los últimos siglos no lo han permitido y que los acontecimientos históricos no han hecho por la labor, creo que es un milagro que lleguen hasta nuestros días los textos de este filósofo y que independientemente de que pudieron haber sido manipulados o escritos por otra persona está claro que se trata de doctrinas filosóficas importantes en el mundo actual para entender el pensamiento en la antigüedad. Creo que no resulta tan importante saber si fueron manipulados o no, como saber que decía Aristóteles en sus otros textos ya que aunque seguramente no tuviesen una importancia relevante podrían revelarnos más aspectos acerca del pensamiento aristotélico, del cual otros autores han revelado en sus escritos algunos aspectos del pensamiento de Aristóteles, que no pueden ser comprobados debido a la falta de esa documentación escrita que probablemente lo confirmaría alguna de sus obras perdidas.

Sin duda lo que ocurrió con las obras exotéricas de Aristóteles es un misterio.                                                    

ARISTÓTELES



Bien, tras haber hablado de Platón y de su mito del carro alado, vamos a pasar a hablar del famoso filosofo griego, esta vez originario de Estagira, Macedonia, Aristóteles.

Aquí os dejo una imagen de Aristóteles:


Y como no, alguna de sus frases célebres:

-La amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas.
-El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
-El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
-La esperanza es el sueño del hombre despierto.
-Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.
-No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto.
-No hace falta un gobierno perfecto, se necesita uno que sea práctico.
-No se puede desatar un nudo sin saber como esta hecho.



sábado, 27 de octubre de 2012

Explicación y conclusión personal del mito del carro alado

En este mito, Platón compara al alma con un carro alado dirigido por un auriga y tirado por dos caballos ya que considera que descubrir como es el alma no es un objeto de una investigación humana sino que pertenece al conocimiento divino.

Dice que los caballos y los aurigas de los dioses son buenos en su totalidad, pero que los del ser humano, el auriga tiene que tirar de dos caballos, uno bueno y hermoso similar a los caballos de los dioses, es decir, constituido por los mismos elementos, y otro caballo constituido por los elementos contrarios a los caballos de los dioses, lo cual hace que al ser humano le cueste conducirse hacia el buen camino, el camino del conocimiento.

Platón , entonces, comienza a explicar porque los seres vivientes vienen a llamarse "mortales" o "inmortales".
Explica que el alma cuando es perfecta y alada vuela por las alturas y administra el mundo, mientras que la que ha perdido las alas va arrastrandose hasta apoderarse de algo sólido y a esto es a lo que se le llama ser viviente "mortal".
El inmortal no tenemos razonamientos racionales para explicarlo, pero formaría una divinidad, un ser viviente inmortal, con el alma y el cuerpo unidos para toda la eternidad.

La causa de la pérdida de las alas, se produce porque los caracteres divinos, la sabiduría, la hermosura, lo bueno , etc alimenta a las alas y las hace crecer, pero cuando las alas no se alimentan de los caracteres divinos, sino de  lo malo, lo vergonzoso, y demás cosas contrarias a lo divino, las consume y las hace perecer.

Platón explica que Zeus sale con su carro alado dirigiéndolo todo y ordenándolo, seguido de un ejército de dioses y demonios y marchan a las zonas escarpadas de la cima de la bóveda del cielo a un banquete. Allí los carros de los dioses, bien equilibrados y dóciles a las riendas marchan fácilmente, pero los otros con dificultad, ya que los caballos son mucho más pesados, se inclinan hacia tierra etc.

Las almas que se llaman inmortales cuando han alcanzado la cima, se salen fuera y se alzan sobre la espalda del cielo, contemplando lo que esta al otro lado de este. En este lugar supraceleste al que llegan las almas con el coraje para decir la verdad, observan todos los seres que de verdad son, la justicia, la verdad, etc y así lo divino se alimenta de un saber y entender incontaminado (que es a lo que se refiere anteriormente cuando dice que Zeus marcha a la cima de la bóveda del cielo a un banquete, a un banquete de conocimiento).

De las otras almas, las que mejor han seguido al dios y más se le parece, apenas si alcanzan a ver los seres, aunque sólo ven algunos, otros no.

Los que intentan llegar a toda costa a las alturas para ser más que las otras, se quedan atrás y a muchas se les parten las alas y por lo tanto no alcanzan a ver el ser, y caen a la tierra, con lo cual solo se alimentarán de opinión.

Personalmente creo que el mito del carro alado es muy representativo del comportamiento humano ya que en muchas ocasiones no sabemos que camino escoger o de quien nos debemos fiar o guiarnos, o incluso cuando debemos decidir actuar de una manera o otra. A veces también nos surge el deseo a superarnos y en ocasiones no lo conseguimos con lo que el alma al que se le rompen las alas y cae al suelo podría ser una metáfora de este hecho. En una de mis entradas anteriores en las que cite algunas citas famosas de Platón aparece una que tendría total vinculación con este mito, que es
"El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos" y que representa todo lo que he dicho anteriormente. Sin duda este es el mito que más me gusta de los mitos que he leído de Platón.

Aquí os dejo el mito del carro alado que comentaré en la siguiente entrada.

Platón. Fedro. Mito del carro alado.
"Sobre su inmortalidad, pues, basta con lo dicho. Acerca de su idea debe decirse lo siguiente: descubrir cómo es el alma sería cosa de una investigación en todos los sentidos y totalmente divina, además de larga; pero decir a qué es semejante puede ser el objeto de una investigación humana y más breve; procedamos, por consiguiente, así. Es, pues, semejante el alma a cierta fuerza natural que mantiene unidos un carro y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos y aurigas de los dioses son todos ellos buenos y constituidos de buenos elementos; los de los demás están mezclados. En primer lugar, tratándose de nosotros, el conductor guía una pareja de caballos; después, de los caballos, el uno es hermoso, bueno y constituido de elementos de la misma índole; el otro está constituido de elementos contrarios y es él mismo contrario. En consecuencia, en nosotros resulta necesariamente dura y difícil la conducción.
Hemos de intentar ahora decir cómo el ser viviente ha venido a llamarse "mortal" e "inmortal". Toda alma está al cuidado de lo que es inanimado, y recorre todo el cielo, revistiendo unas veces una forma y otras otra. Y así, cuando es perfecta y alada, vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio, la que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece tomando un cuerpo terrestre que parece moverse a sí mismo a causa de la fuerza de aquella, y este todo, alma y cuerpo unidos, se llama ser viviente y tiene el sobrenombre de mortal. En cuanto al inmortal, no hay ningún razonamiento que nos permita explicarlo racionalmente; pero, no habiéndola visto ni comprendido de un modo suficiente, nos forjamos de la divinidad una idea representándonosla como un ser viviente inmortal, con alma y cuerpo naturalmente unidos por toda la eternidad. Esto, sin embargo, que sea y se exponga como agrade a la divinidad. Consideremos la causa de la pérdida de las alas, y por la que se le desprenden al alma. Es algo así como lo que sigue.
La fuerza del ala consiste, naturalmente, en llevar hacia arriba lo pesado, elevándose por donde habita la raza de los dioses, y así es, en cierto modo, de todo lo relacionado con el cuerpo, lo que en más grado participa de lo divino. Ahora bien: lo divino es hermoso, sabio, bueno, y todo lo que es de esta índole; esto es, pues, lo que más alimenta y hace crecer las alas; en cambio, lo vergonzoso, lo malo, y todas las demás cosas contrarias a aquellas, las consume y las hace perecer. Pues bien: el gran jefe del cielo, Zeus, dirigiendo su carro alado, marcha el primero, ordenándolo todo y cuidándolo. Le sigue un ejército de dioses y demonios ordenado en once divisiones pues Hestia queda en la casa de los dioses, sola. Todos los demás clasificados en el número de los doce y considerados como dioses directores van al frente de la fila que a cada uno ha sido asignada. Son muchos en verdad, y beatíficos, los espectáculos que ofrecen las rutas del interior del cielo que la raza de los bienaventurados recorre llevando a cabo cada uno su propia misión, y los sigue el que persevera en el querer y en el poder, pues la Envidia está fuera del coro de los dioses. Ahora bien, siempre que van al banquete y al festín, marchan hacia las regiones escarpadas que conducen a la cima de la bóveda del cielo. Por allí, los carros de los dioses, bien equilibrados y dóciles a las riendas, marchan fácilmente, pero los otros con dificultad, pues el caballo que tiene mala constitución es pesado e inclina hacia la tierra y fatiga al auriga que no lo ha alimentado convenientemente. Allí se encuentra el alma con su dura y fatigosa prueba. Pues las que se llaman inmortales, cuando han alcanzado la cima, saliéndose fuera, se alzan sobre la espalda del cielo, y al alzarse se las lleva el movimiento circular en su órbita, y contemplan lo que está al otro lado del cielo.
A este lugar supraceleste, no lo ha cantado poeta alguno de los de aquí abajo, ni lo cantará jamás como merece, pero es algo como esto -ya que se ha de tener el coraje de decir la verdad, y sobre todo cuando es de ella de la que se habla-: porque, incolora, informe, intangible esa esencia cuyo ser es realmente ser, vista sólo por el entendimiento, piloto del alma, y alrededor de la que crece el verdadero saber, ocupa, precisamente, tal lugar. Como la mente de lo divino se alimenta de un entender y saber incontaminado, lo mismo que toda alma que tenga empeño en recibir lo que le conviene, viendo, al cabo del tiempo, el ser, se llena de contento, y en la contemplación de la verdad, encuentra su alimento y bienestar, hasta que el movimiento, en su ronda, la vuelva a su sitio. En esta giro, tiene ante su vista a la misma justicia, tiene antes su vista a la sensatez, tiene ante su vista a la ciencia, y no aquella a la que le es propio la génesis, ni la que, de algún modo, es otra al ser en otro -en eso otro que nosotros llamamos entes-, sino esa ciencia que es de lo que verdaderamente es ser. Y habiendo visto, de la misma manera, todos los otros seres que de verdad son, y nutrida de ellos, se hunde de nuevo en el interior del cielo, y vuelve a su casa. Una vez que ha llegado, el auriga detiene los caballos ante el pesebre, le echa pienso y ambrosía, y los abreva con néctar.
Tal es pues la vida de los dioses. De las otras almas, la que mejor ha seguido al dios y más se le parece, levanta la cabeza del auriga hacia el lugar exterior, siguiendo, en su giro, el movimiento celeste, pero, soliviantada por los caballos, apenas si alcanza a ver los seres. Hay alguna que, a ratos, se alza, a ratos se hunde y, forzada por los caballos, ve unas cosas sí y otras no. Las hay que, deseosas todas de las alturas, siguen adelante, pero no lo consiguen y acaban sumergiéndose en ese movimiento que las arrastra, pateándose y amontonándose, al intentar ser unas más que otras. Confusión, pues, y porfías y supremas fatigas donde, por torpeza de los aurigas, se quedan muchas renqueantes, y a otras muchas se les parten muchas alas. Todas, en fin, después de tantas penas, tiene que irse sin haber podido alcanzar la visión del ser; y, una vez que se han ido, les queda sólo la opinión por alimento. El porqué de todo este empeño por divisar dónde está la llanura de la Verdad, se debe a que el pasto adecuado para la mejor parte del alma es el que viene del prado que allí hay, y el que la naturaleza del ala, que hace ligera al alma, de él se nutre. Así es, pues, el precepto de Adrastea. Cualquier alma, que, en el séquito de lo divino, haya vislumbrado algo de lo verdadero, estará indemne hasta el próximo giro y, siempre que haga lo mismo, estará libre de daño. Pero cuando, por no haber podido seguirlo, no lo ha visto, y por cualquier azaroso suceso se va gravitando llena de olvido y dejadez, debido a este lastre, pierde las alas y cae a tierra" Fedro, 246 d 3- 248 d 

lunes, 1 de octubre de 2012

Bien, puesto que mis próximas entradas filosóficas estarán relacionadas con el famoso filósofo Platón, he seleccionado algunas de sus frases para hacer de este blog algo más que puros planteamientos filosóficos. Espero que os gusten.

-La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.

-La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.

-Los amigos se convierten con frecuencia en ladrones de nuestro tiempo.

-Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro.

-La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo.

-El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos. ( Esta es una de mis preferidas).

-Cada lágrima enseña a los mortales una verdad.

-Donde reina el amor, sobran las leyes.

-El virtuoso se conforma con soñar lo que el pecador realiza en la vida.

Y hasta aquí la selección de frases de hoy.

domingo, 30 de septiembre de 2012

¿Hasta dónde debe llegar el Estado?


¿Hasta dónde debe llegar el Estado? Esta pregunta que nos planteamos nos lleva a pensar cuál es la misión que debe de realizar un Estado dentro de una sociedad. Hasta dónde puede llegar  y hasta donde no. que servicios debe dar, que libertades permitir, cuáles no, que debe castigar… etc.
Respecto a todo esto en Filosofía Política suele considerarse que hay dos grandes posturas: el liberalismo y el socialismo, que se diferencian notablemente ya que el liberalismo considera que el Estado debe tener un poder mínimo, y el socialismo considera que el Estado debe tener un poder máximo. Por lo tanto, con esta disertación, examinaré cuál es la mejor postura.
Bien, para responder a este problema es importante que realice un breve resumen de algunos filósofos a lo largo de la historia que han querido contestar a esta pregunta formulando teorías, o criticando teorías anteriores que resultaban utópicas como es el caso de los filósofos de la escuela de Frankfurt. Apoyando la postura del liberalismo propuesto por John Cocke, Robert Nozick propone en el siglo xx  el ultra liberalismo, e incluyendo la teoría del “mecanismo de compensación” con la que explicaba que el Estado sólo debía intervenir para castigar a los delincuentes que vulneraban la propiedad privada. Basándose en la postura opuesta al liberalismo, el socialismo, surge el marxismo de mano de Karl Marx, que como vimos en el tema anterior apoyaba que la sociedad estaba dividida entre los opresores y los oprimidos, y que mientras no haya una distribución de la riqueza la sociedad no podrá ser justa, y esto se conseguiría con un Estado socialista que se formaría tras una revolución. Marx propone que sea el Estado el que posea todos los bienes económicos y sea el encargado de administrarlos y distribuirlos, es decir, que no exista la propiedad privada, que según Marx es el origen de todas las desigualdades.
También cabe señalar las teorías críticas de la escuela de Frankfurt en las que destacan Adorno y Harkheimer, que criticaban la sociedad capitalista desde el Marxismo y Herbert Marcuse, que utilizaba a Marx para criticar la moderna sociedad industrial y a Freud para señalar el camino de la liberación.
También surge en el siglo xx la socialdemocracia, una nueva ideología que será un punto de encuentro entre el liberalismo y el socialismo, que pretendía utilizar las instituciones liberales para mejorar el nivel de vida de los trabajadores sin la necesidad de una revolución y creando así lo que se denomina “Estado de bienestar”. Otro filósofo muy importante fue Rawls, que crea un liberalismo igualitario y proponiendo el nuevo concepto de “Igualitarismo” y proponiendo llegar a una sociedad justa mediante una posición original en la que todo el mundo viviese bajo lo que llama “Velo de la ignorancia” respecto a cuál será su posición en la sociedad y por último, mencionar a Jurgen Habermas, que propone un socialismo  democrático en el que apoya que son justos aquellos acuerdos que hayan sido alcanzados en una situación de habla ideal, mediante el diálogo, y que gane el mejor argumento, no por fuerza ni por posición en la pirámide social.
Después de este breve resumen, cabe destacar que esta pregunta es una pregunta muy actual, que como podemos ver hablamos de filósofos del siglo xx  incluso que aún viven. Parémonos a pensar en lo que está sucediendo hoy en día, el Estado  tiene que llevar a cabo recortes debido a la situación de crisis en la que nos encontramos, ¿pero debe recortar en sectores tan importantes como la sanidad y la educación? ¿Quizás hay más sitios donde hacer grandes recortes pero no les interesa llevarlas a cabo? ¿Quienes son los grandes afectados por los recortes? ¿Realmente se están preocupando de conseguir un bien común?
Bien, para resolver el problema propuesto compararé algunas ideologías de diferentes filósofos y señalaré  aquellas que me parecen más acertadas y por qué, para así poder llegar a una conclusión.
Por el hecho de ser seres humanos, todos tenemos derecho a un Estado de bienestar que nos garantice unas condiciones de vida dignas,  y esto lógicamente deberá estar regulado por el Estado de acuerdo con el bien común. Apoyando la teoría de Rawls, creo que la libertad, la propiedad privada y la seguridad son necesidades absolutas para el hombre, pero puesto que la propiedad privada es la fuente de las desigualdades en una sociedad, para que no corra el peligro de convertirse en una sociedad injusta y desigual el Estado debería encargarse de velar por que no hubiese grandes desigualdades a través de políticas igualitarias justas. Estas políticas igualitarias justas podrían ser por ejemplo que los que tienen mayor riqueza contribuyan con más en el Estado y este dinero sea redistribuido para acabar con las desigualdades, o intentar  al menos crear una sociedad lo más homogénea posible en la que todos puedan tener las mismas posibilidades. Enlazando con el problema actual de los recortes que plantee anteriormente, creo que si la situación de crisis obliga al Estado a hacer recortes en servicios tan importantes  como la sanidad y la educación el Estado debería de tomar medidas y recortar solamente a aquellos que pueden costearse educación y sanidad privada, o subirles la matrícula de Universidad a aquellos que tienen posibilidades económicas o que no se están esforzando lo suficiente para sacar los estudios bien y a su debido tiempo. Muy por el contrario me opongo a la teoría de Robert Nozick, creo que si el Estado tuviese únicamente la función de castigar al delincuente que vulnera la propiedad privada basándose en que el único regulador de las relaciones entre los individuos debe ser la ley de oferta y demanda, la sociedad se vería muy polarizada y se convertiría en una sociedad como la que describía Marx  en la que la sociedad estaría dividida entre los opresores y los oprimidos, claro está que es utópico pretender una sociedad totalmente justa o totalmente igualitaria, pero sí creo que pueden existir sociedades muy homogéneas. Por último tengo que decir que me resulta bastante interesante el concepto de “velo de la ignorancia” que propone Rawls, y es una pena que no pueda llevarse a cabo ya que seguramente tendríamos una sociedad mucho más justa que la que tenemos actualmente,  aunque habría que aplicarla para comprobarlo ya que una vez decidido lo que es justo o injusto,etc  la teoría podría malinterpretarse como ha sucedido con otras teorías, pero en principio creo que es una solución muy buena para llegar a una sociedad justa.
En conclusión, creo que la socialdemocracia, y más concretamente la teoría propuesta por Rawls marcan muy bien hasta donde debe llegar el Estado, y en mi opinión el estado debe intervenir, no como piensan  los liberales que creen que debe intervenir lo mínimo o como cree Nozick que el Estado solo debe intervenir para castigar a aquellos que atenten contra la propiedad privada, estoy en total desacuerdo con ellos y pongo como ejemplo la crisis del 29 en Estados Unidos, si el Estado hubiese intervenido e impuesto medidas como las que se imponen hoy en día, seguramente la crisis no hubiese sido tan grave, y aunque seguimos expuestos a crisis periódicas, y que justamente ahora nos encontramos en una, si el Estado no interviniese estaríamos muchísimo peor, la situación seguramente seria caótica en estos momentos.
Por lo tanto considero necesaria la intervención del Estado.

Los recortes en educación.

Los recortes en educación afectaran notablemente a la enseñanza de los estudiantes.
Para empezar, el aumento del 20% en el número de alumnos por clase supondrá una menor capacidad de atención individualizada, además de una masificación en las aulas que, en los centros construidos desde los años noventa, son de una dimensión  preparada para 25-30 alumnos, no los 36 que se esperan.
Además de las bajas del profesorado no serán cubiertas durante las primeras dos semanas, lo que supondrá que, durante ese tiempo, los estudiantes deberán ser atendidos por profesores no especialistas en la materia en cuestión, y no se podrá seguir avanzando en los programas.
También se reducirán o desaparecerán de los centros algunos programas educativos específicos como compensatoria, diversificación o programas de cualificación profesional inicial,  destinados a combatir el fracaso escolar y atender a los alumnos con mayores dificultades de aprendizaje como inmigrantes, hijos de familias desestructuradas, discapacitados, etc. Estos alumnos abandonaran el sistema o tendrán que incorporarse al grupo general, dificultando así su proceso de aprendizaje.
Se reducirán o desaparecerán determinados servicios como fisioterapeutas o intérpretes de signos para alumnos sordos, que resultan de vital importancia para garantizar el acceso  a la enseñanza en igualdad de oportunidades de algunos de nuestros alumnos.
Tampoco permanecerá el plan de creación de escuelas infantiles para menores de tres años.
La reducción de plantilla de los profesores  (unos 80000 en toda España) impedirá ofertar las clases de apoyo o desdoble que muchos estudiantes reciben actualmente.
También se recortará en cada centro la oferta de estudios post-obligatorios, lo que hará que muchos estudiantes tengan que desplazarse a centros más alejados después de la E.S.O.
Además, los alumnos del próximo curso que se incorporan a la universidad verán como las tasas de matrícula, actualmente en torno a los 1000€, subirán hasta los 1600€. Este hecho, sumado a la reducción de 166 millones de euros de la cuantía destinada a becas, privará a muchos estudiantes de poder costearse estudios universitarios.
También se dificulta el acceso de las becas, al aumentar la nota exigida para que éstas sean concedidas así como el número  de asignaturas a superar para poder mantenerlas.

Por todo ello, considero  que el estado no está cumpliendo de acuerdo al bien común de la sociedad, sino que esta anteponiendo otras cuestiones.
Además, en mi opinión, creo que estas medidas de recortes en un sector tan importante como la educación traerá consigo desequilibrios sociales, que junto con los recortes en otros sectores como la sanidad y los servicios sociales están haciendo que los derechos sociales que se ha luchado por conseguir durante las últimas décadas los vayamos perdiendo poco a poco, y que cada vez los servicios sociales sean de peor calidad.
También creo, que si se priva a los jóvenes por estudiar por razones económicas el futuro del país se verá afectado, ya que va a haber una menor competencia, pero seguramente también gente menos cualificada y que deberá esforzarse menos para conseguir un buen puesto, por lo tanto estos recortes no afectan tan sólo a estas generaciones, sino a las generaciones futuras.

¿Puede existir una sociedad sin Estado?

Esta pregunta abarca muchas posibilidades, pero en mi opinión, si nos remontamos a la época de las bandas o las tribus, y analizamos las que aún perviven, podemos ver como estas se trataban de pequeños grupos de personas, familias,  en las que todos se conocían entre ellos  y todos colaboraban los unos con los otros para subsistir. Por esta razón, se trataba de sociedades igualitarias en las que no necesitaban leyes para resolver sus conflictos ya que estos eran escasos, no les convenía llevarse mal entre ellos si querían subsistir. A demás tenían sus métodos para la resolución de los mismos como las batallas de canciones. Claro que en este tipo de sociedades, si no eres útil, te eliminan.
Más tarde surgieron las jefaturas,  que ya no eran pequeñas familias o aldeas, se trataba de la fusión de varios pueblos, que hizo que no todos se conocieran, lo que provocó más conflictos. Ya no se trataba de una sociedad igualitaria, tenían un jefe con derechos y privilegios, y el status social se basaba en la antigüedad y la filiación. Esto hizo a la jefatura una forma transitoria entre la tribu y el Estado, pero en este las relaciones sociales no estarán reguladas por el parentesco, sino  por las clases sociales y se aplicará un gobierno basado en la ley.
Por lo tanto, en mi opinión, creo que hoy en día no puede existir una sociedad sin Estado, ya que un Estado está formado por millones de personas, para poder formar una sociedad sin Estado deberían de segmentar la población, además el problema no está solo en la cantidad de personas que seamos, sino en la necesidad que tenemos de mantener una armónica convivencia, lo que obliga a que haya alguna forma autoritaria que indique lo que se debe seguir, bien sea por parte de un Gobierno, un Cacique o un simple Jefe. Por ello las formas de organizar una sociedad han evolucionado hasta el Estado.

¿La clonación es ética y moral?

 Desde que la oveja Dolly vio la luz en 1997 la clonación se ha vuelto materia de eternos debates éticos y morales. Es que la idea de un clon humano despierta todo tipo de dilemas, ambigüedades y controversias. ¿ Cuáles son las posiblilidades de que esto suceda?
La clonación aún no ha llegado a hacer réplicas humanas por completo pero cada vez se habla más al respecto.La noción de la clonación toca aspectos fundamentales de nuestra humanidad. Abarca conceptos de identidad e individualidad, el significado de la reproducción, la diferencia entre procrear y manufacturar y las relaciones entre generaciones. También despierta preguntas sobre la manipulación de seres humanos para el beneficio de otros, nuestra obligación de curar a los enfermos (y sus límites) y el respeto y protección que le debemos a la vida humana.
Para empezar, deberíamos darnos cuenta de que un clon humano requiere el mismo proceso de gestación y desarrollo que toda persona, necesitando un vientre materno.
La criatura clonada nacera normalmente y tendra un ADN idéntico al de su donante, pero esto no implica que vaya a ser una réplica exacta en todos sus aspectos.
Los seres humanos, a diferencia de los animales, no estamos completamente definidos por nuestros genes, así que la personalidad del clon dependerá del entorno y las experiencias al que sea sometido y por supuesto, no tendrá los mismos gustos, deseos e intereses que el donante genético. De modo que el clon solo sería igual en apariencia y en su información genética, el resto dependerá de la enseñanza que reciba y de los extímulos externos. Aunque la clonación reproductiva tiene varios propósitos como que personas que son infertiles puedan tener un hijo biológico,dar un hijo sano a parejas con riesgo de tener un hijo con enfermedades genéticas, permitir a una persona mantener conexión con un hijo o pareja muerto, crear un hijo que sea un donante para transplantes ideal para una persona en particular, replicar individuos de gran talento o belleza...Podríamos considerar los dos primeros casos como válidos, pero el resto de razones resultan del todo perturbadoras, haciendo así que el clon se enfrente a problemas muy graves a lo largo de su vida como por ejemplo problemas con la identidad y la individualidad enrevesados con una ambigua relación familiar, que el clon viva cuestionandose su existencia y su misión en el mundo, la conciencia de "no ser como el resto", que el clon tenga que vivir bajo la sombra del molde original, o que se lleguen a ver como objetos manufacturados... con todo esto sería inevitable comenzar a ejercer un control genético en busca del humano perfecto según los antojos de cada cual.
El filósofo Nick Bostrom defiende que todos tendremos una responsabilidad moral de reconocer a un clon como una persona humana única con la misma dignidad que el resto de nosotros y que en el gran esquema de las cosas, la clonación no cambiará el mundo, y que la única razón por la cual el tema de la clonación produce controversias es porque se trata de algo nuevo, como lo fueron en su día los transplantes, la anestesia, la fertilización in Vitro entre otros....

Con todo esto, y sabiendo que un clon no es más que una célula adulta reemplazando a un espermatozoide, nos preguntamos lo siguiente: Si se establecen leyes que respeten los derechos de los clones y se disponen psicólogos para preparar a los padres y consejeros que posteriormente guíen a los niños clonados ¿ Existe una verdadera razón para oponerse a la clonación?
En mi opinión personal creo que las razones para crear un clon tienen que estar realmente justificadas,ya que me parece bastante injusto que alguien tenga que estar toda su vida acudiendo a psicólogos por el hecho de que sus padres hayan decidido tener un clon, aunque si que lo veo como un avance importante en la medicina como cita Bostrom, aunque como todo, debemos esperar a que los avances en la tecnología avancen para comprobar realmente lo que pasa ya que hoy en día los porcentajes de éxito en clonaciones con animales mamíferos son muy bajas.